Una hermosa alianza para una historia fascinante. La piña Victoria ha decidido maridar con el maracuyá o maracuyá de Vietnam, para una paleta aromática dulce y sorprendente al mismo tiempo. Este ron dulce a primera vista revela una pequeña nota ácida que solo la fruta de la pasión puede aportarle.
En nariz: más suave y discreto que la "piña", la delicadeza de la pasión se casa con la dulzura de la piña. Nariz intensa de frescor, mango verde y carambola. Para terminar, la pera William perfuma la copa y nos hace querer más.
En boca: Primer paladar suave, redondo y cálido. La ligera acidez de la pasión aporta una dimensión alegre y aireada. Notas de piña, mango verde y pera William dan paso a pera conferencia. Final franco, un ligero residuo de vainilla bourbon nos da ganas de tomar más.